Tu abuelita te dice,
" Tal vez no deberias ir a la escuela hoy.
Pues te miras un poco pálido."
Corre cuando escuches esas palabras.
Las disciplinas severas de tu padre son mejores.
Aun cuando tu cuerpo te pide alivio.
Un padre estricto busca claridad espiritual.
Te regaña, mas eventualmente
te guia hacia la luz.
Reza por tener un instructor duro
para que su presencia permanezca por medio
de tus actos y palabras, aun cuando
el instructor ya no este ahí.
Hemos estado tan ocupados buscando consuelo.
Que hasta nos olvidamos de quienes somos.
O quienes podemos ser!
Te hemos liberado!
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