En Qazwin tienen la costumbre de tatuarse ellos mismos para la buena suerte,
con una tinta azul, en la parte trasera de la mano, el hombro, donde sea.
Cierto hombre va a su barbero
y pide un poderoso, heroico, león azul
en el omoplato. " Y con llamaradas!
Tengo a Leo ascendiente. Quiero abundancia de Azul!"
Pero tan pronto como la aguja comienza a repicar,
el aúlla,
"Que estas haciendo?"
" El león."
" Con que miembro comenzaste?"
" Comencé con la cola."
"Entonces omítela. La rabadilla del león esta en un mal lugar para mi.
Me corta el Viento."
El barbero continua, e inmediatamente el hombre grita,
"Aaaaayyyyy! Que parte ahora?"
" La oreja."
"Doc, hagamos un león sin orejas esta vez."
El barbero mueve la cabeza, y una vez mas la aguja,
y una vez mas los quejidos,
" En donde vas ahora?"
" La panza."
" Me gusta un león sin panza."
El maestro hace-leones
se para por un largo rato entremordiendose los dedos.
Finalmente, tira la aguja al suelo.
" Nunca a alguien le han pedido hacer algo así! Crear un león
sin cola o cabeza o estomago.
Dios mismo no lo podría hacer!"
Hermano, soporta el dolor.
Escapa el veneno de tus impulsos.
El cielo se postrara ante su belleza, si lo logras.
Aprende a encender la vela. Levántate con el sol.
Huye de la cueva de tus adormeceres.
De esa manera una espina se expande hacia una rosa.
Un individuo brilla con lo universal.
Que es el adorar?
Conviértete en partículas.
Que es el saber algo de Dios?
Arde en medio de esa presencia. Quémate.
El cobre se funde en el elixir curativo.
Así fúndete tu mismo en la mezcla
que sostiene la existencia.
Aprieta tus dos manos juntas,
determinado a no rendirte diciendo "Yo" y " Nosotros".
Esta unión te bloquea.
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