Un ojo sirve para ver.
El alma esta aquí para su propia felicidad.
La cabeza tiene un uso: para amar al amor verdadero.
Piernas: para correr detrás de el.
El amor es para desvanecerse en el cielo.
La mente, para aprender lo que el hombre
ha hecho y tratado de hacer.
Los misterios no son para ser descubiertos.
Los ojos se ciegan cuando solo buscamos el porque.
El amante siempre es acusado de algo.
Pero cuando encuentra su amor,
cualquier cosa que perdió en la búsqueda,
regresa completamente transformado.
En el camino hacia La Meca,
muchos peligros: Ladrones, la arena soplando,
solo leche de camello para tomar.
Y aun así cada peregrino besa la piedra negra
ahí mismo con anhelo puro,
sintiendo en la superficie
el sabor de los labios que el busca.
Esta conversación es como estampar monedas nuevas.
Las monedas se apilan,
mientras en trabajo verdadero esta siendo realizado
por alguien cavando en la tierra.
Es muy hermoso este poema y solo los que amamos profundamente podemos entender cada palabra, el sentimiento puro del amor.
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