Con este poema celebramos el post numero cien. Este poema tiene lenguaje y situaciones sumamente fuertes, hay un mensaje claro al final. De cualquier manera, si te ofendes fácilmente no leas el siguiente poema. Básicamente habla de la importancia de aprender cada negocio, manualidad, etc. con todas sus consecuencias y responsabilidades. No dejarse llevar por el placer o solo la ganancia, sino las implicaciones por igual.
Érase una sirvienta
quien hábilmente entreno a un burro
a ejercer los servicios de un hombre.
De una calabaza,
la sirvienta tallo un dispositivo con bridas
para adaptarse al tamaño del pene del burro,
para que este no se introdujera demasiado en ella.
Ella lo hizo justamente al punto de su placer,
y disfrutaba grandemente este evento,
tan seguido como le era posible.
Ella florecía, pero el pobre burro enflacaba
cada día, y se veía cansado.
La Señora de la casa comenzó a investigar.
Un día espío a la sirvienta por una grieta de la puerta
y vio el tremendo miembro del animal,
y el deleite de la chica
estirada por debajo del burro.
Ella no dijo nada. Mas tarde, la señora toco
en la puerta de la criada y la mando a un mandado,
un mandado largo y complicado.
No entraremos en esos detalles.
De cualquier manera, la sirvienta sabia la razón
por la cual su patrona la mando fuera.
"Ay ay ay, mi señora," pensó por dentro,
"No deberías de alejar a la experta.
Cuando comienzas un trabajo sin todo el conocimiento
al respecto, arriesgas tu vida. Tu vergüenza te detiene
de preguntarme acerca de la calabaza tallada, pero
a fuerza te quieres unir con el burro.
Pero hay un truco que no sabes!"
Pero la Señora estaba tan fascinada con la idea,
como para considerar cualquier peligro.
Llevo al burro a sus aposentos y cerro la puerta, pensando,
"Sin nadie en la casa, puedo gritar de placer."
Estaba hasta mareada
con la anticipación, su vagina ardiente y cantando como
un ruiseñor.
Acomodo una silla por debajo de el burro,
de la misma manera que había visto a la sirvienta hacer.
Levanto las piernas, y jalo al burro hacia dentro de ella.
Su fuego se prendió aun mas,
y el burro cortésmente, empujo a medida que ella lo jalaba,
le empujo el miembro hasta los intestinos,
y, sin ni una palabra mas, ella murió.
La silla cayo hacia un lado,
y el cuerpo de ella hacia el otro.
El cuarto se mancho de tanta sangre,
Querido lector,
alguna vez haz visto a alguien convertirse en mártir
por un burro? Recordemos que el Coran nos dice acerca
de el tormento de deshonrarte a ti mismo.
No te sacrifiques a ti mismo por culpa de tu Alma-Animal!
Si acaso te mueres por llevar algo a cabo,
eres justamente como la mujer tendida en el piso.
Ella es la imagen de la inmoderación.
Acuérdate de ella,
y mantén tu balance.
La criada regresa y dice, " Claro, vistes mi placer,
pero no vistes la calabaza tallada que ponía un limite.
Decidiste abrir la tienda, mucho antes
de que el Maestro te enseñara el oficio."
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Moraleja de la historia, primero hay que aprender a caminar, antes de querer correr.
Siempre que emprendamos una empresa hay que saber las responsabilidades que vienen con ello.
Gracias por sus comentarios.
moraleja: no hay que juntarse con burros .
ResponderEliminarahora si que te sakaste un diez y eso es muy cierto aprender en piso al lado del maestro y sobre todo aprender a escuchar a las personas por mas sencillas que las veamos pues la vestimenta o el nivel no impide que aprendamos de ellas.
ResponderEliminarcuidate